Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho
El Departamento de Arquitectura de la Universidad de Piura organizó la tercera edición del Congreso Latinoamericano de Investigación en Arquitectura (CLIA), que proporcionó un espacio para la reflexión, exposición e investigación sobre la arquitectura. El congreso contó con la participación de ponentes de España, Chile, Argentina y Estados Unidos.
El evento abordó las siguientes temáticas: teoría, proyecto y tecnología, ciudad y territorio, historia y patrimonio edificado, y arquitectura y paisaje en el desierto, esta última línea temática se centra en investigar la relación de la arquitectura con el desierto, entendido como contexto paisajístico, climático y cultural.
Al magíster Pedro Escajadillo, director del programa académico de Arquitectura, dijo que es este congreso es un hito en el programa porque es el primero que organizan y, aunque, la carrera de Arquitectura es joven, se tiene claro que la investigación y este tipo de actividades académicas son fundamentales para el desarrollo de cualquier programa académico.
La primera conferencia, “Desierto de Atacama y desierto del Sahara”, la dictaron los doctores Álvaro Velasco, de la Universidad de Navarra, y Pedro Alonso, de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Velasco sostuvo que el hombre occidental no ha llegado a entender el desierto, pero el siglo XXI ha traído un giro radial en la forma de ver el desierto, pues a pesar de su densidad puede ser algo móvil. Para ello, propuso observar el desierto de Sahara a través de tres locaciones específicas: Agadez, Ghadaiai y el Sahara occidental.
“Mas allá del espacio pictórico, el desierto ha traído a muchos arquitectos y artistas el espacio para entender a las ciudades europeas. La espacialidad del desierto no está definida como la arquitectura occidental a través de muros y su superficie árida no está contenida por fronteras y límites. El desierto es espacio”, señaló.
Por su parte, el doctor Alonso detalló algunos aspectos de su libro “Deserta: Ecología e Industria en el Desierto de Atacama”, una investigación centrada en la relación del desierto con la ecología y la industria.
Refirió que lo que más le interesaba explorar, además de la existencia de ciertos pueblos originarios, era por qué había personas que querían estar en el desierto de Atacama, el más extremo del planeta.
“La respuesta inicial fue que las personas iban al desierto por una razón económica y productiva; es decir, porque hay salitre, cobre, oro y litio y, con ello, se pueden desarrollar industrias como la minería, el turismo y la ciencia”.
El desierto de Atacama esta lejos de ser un desierto prístino, natural en su origen, ya que existe actividad minera y está siendo severamente transformado por las actividades productivas, afirmó. Incluso se han fundado ciudades como María Elena y Pedro de Valdivia, aunque esta fue abandonada porque tuvo problemas ambientales y no se podía desarrollar la producción.
Por otro lado, indicó que en un contexto contemporáneo de crisis climática y procesos en curso de desertificación se hace cada vez más relevante la pregunta por la arquitectura y el diseño urbano en situaciones desérticas. Los desiertos son escenarios extremos donde investigar las reales posibilidades de conseguir una arquitectura sostenible.
El taller
En el marco del CLIA 2022 se realizó el taller “Piura: Una línea de paisajes encontrados”, dirigido a los estudiantes de Arquitectura de las diversas universidades asistentes al congreso. Estuvo a cargo de los doctores María Fuentes Marcel y Alberto Prado Díaz, de la Universidad Arturo Prat (Chile); y de la doctora Cecilia Hernández Fonseca, de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (México).
El objetivo fue que los participantes desarrollen una propuesta de activación del paisaje en la memoria y en la dinámica urbana, situando su punto de partida en el valor de la participación colectiva.
Además, buscó que los alumnos reconozcan, analicen, comprendan y respondan al paisaje y a sus habitantes.
Fuente: UDEP